miércoles, febrero 07, 2007

Yo no soy un Andy Warhol


El pop-art, la música, la imagen, la innovación escénica, y sobre todo la locura, llegaron al Teatro Principal durante la última semana de enero de la mano de la última coproducción del CDA y el Teatro del Temple: "Yo no soy un Andy Warhol".




Con un espectáculo que empieza y termina en la misma puerta de entrada al teatro, algunos de los actores más relevantes del panorama escénico aragonés actual (Cristina Yáñez, Francisco Fraguas, José Luis Esteban, y cómo no... Santiago Meléndez) nos adentran en la trayectoria vital y artística de uno de los iconos del siglo pasado: Andy Warhol.

A través de incesantes apariciones de personas relacionadas con su vida (desde su madre al mismísimo Salvador Dalí) se crea una fiesta continua sobre un escenario multifuncional que proyecta sobre el espectador el halo de su genio creador, la visión de sus vicios y debilidades, e incluso su pasión y desprecio para con la vida.




En una obra en la que todo el mundo es Andy y al segundo ya no lo es para pasar a adoptar cualquier otra identidad y personalidad diferente, nada es predecible y todo es sorpresivo.
Con un juego constante con el público, que recibe al elenco en el hall del teatro ambientado musicalmente para la ocasión, que canta, corea, y aplaude las diversas actuaciones ejecutadas al amparo de la música de la inmortal Velver Underground de Lou Reed, se llega a crear en algunos momentos un ambiente festivo más propio de un concierto, y que hace de la obra un "algo" hasta ahora desconocido en las tablas de nuestro teatro municipal.




A mí personalmente la apuesta me convenció, divirtió, y me sorprendió gratamente; aun yendo con serios prejuicios previos con respecto a la lo que me iba a encontrar...



Pd: Que sí Ireth... Hala, venga... que como te la perdiste te pongo la foto solicitada!... Estas mujeres es que ven un actor medio agraciado y ya se obnubilan por nada... ;-P


2 comentarios:

Elros dijo...

Pues sí, sí, Elros, vemos por tu post que debió ser una obra interesante e innovadora. No suele ser habitual tal derroche de medios y tecnología en una producción local.

Supongo que la alternancia de momentos divertidos, con serios, e incluso con desconcertantes propagó entre el patio de butacas una sensación de estar ante algo distinto, lo que haría que los espectadores se atrevieran a alcanzar una interacción con los actores como la que nos narras.

Una pena habérsela perdido, pero qué se le va a hacer... es lo que tiene el periodo de exámenes...


Pd: No, aún no tengo doble personalidad... son simplemente las consecuencias de la baja (o nula) participación... ;-P

Ireth dijo...

Pues sí, apoyo lo de la escasa participación...

Creo que lo que más me hubiera gustado de este número, además de la excentricidad aparente en que hacen pensar las imágenes que he podido ver, son los números musicales.

Por cierto, esperaba más de la foto, ¡qué decepción! :-)