jueves, julio 30, 2009

Oposiciones y sinsentidos



Justo hoy que me acabo de comprar los temarios para Oposiciones de Secundaria me encuentro con esta noticia en el Heraldo, para leerla entera pinchad aquí. Uno de mis temas de conversación sobre el futuro que más me indignan. ¡¿Cómo se puede sacar un 10 y no tene plaza?! Parecerá increíble pero es más que cierto.


Una de las cosas que más me sorprende, además de la cantidad de comentarios (120 y subiendo siendo que a veces no hay ni uno, cosa que me anima) es lo que dicen muchos de los que he podido leer por encima: no le dan la razón a Marta sino todo lo contrario. Y digo yo:


1. Que las normas son las mismas para todos y que hay que acatarlo así, cierto, pero quizá haya que hacer una serie de modificaciones para que estos hechos no se produzcan.


2. Que hay que valorar la experiencia laboral también, por supuesto, no puedo estar más de acuerdo pero el problema es ¿cuánto? El porcentaje de experiencia sobre la nota final me parece excesivo, habría que rebajarlo considerablemente para que una persona que acaba de terminar, y que no tiene que ser mejor o peor que otra, tenga alguna oportunidad y el resultado sea más justo.


De otra manera, lo único que conseguimos es desmotivar a los opositores, especialmente a los que acaban de terminar de estudiar, tienen muchas ganas de trabajar, tienen las cosas frescas, nuevas ideas didácticas, y que ven cómo sus esfuerzos son en vano. Como comentan también muchos, animan a Marta a seguir intentándolo, tarde o temprano lo conseguirá y patatín patatán. Claro que sí, lo conseguirá, pero de nuevo, ¿cuándo? ¿Es necesario crear un sistema que retarde las plazas y vaya desmoralizando a los futuros profesores de forma que cuando se encuentren con una plaza de lo único que tendrán ganas es de acomodarse en su sillón y respirar tranquilos?


Creo que no, la Educación es uno de los sectores que más deberíamos cuidar, de él depende en gran medida el futuro de la población y de las sociedades, necesitamos seleccionar a los mejores para ese cometido, en eso todos estamos de acuerdo pero, una vez más, repito que considero que el procedimiento actual es mejorable y necesita cambios que compensen las oportunidades y mejoren el proceso de selección.


Ella va a escribir a Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, desde la entrada animaban a emprender algo para pedir alguna reforma, algo habría que hacer. Muchos en contra sí, pero supongo que también muchos a favor. En algún momento un pequeño granito deberá comenzar a moverse...

6 comentarios:

fergusrg dijo...

En primer lugar, me gustaría decir, que el sistema de puntos, o es bueno o es malo, y no influye para nada que se quede fuera una persona con un 10 en un examen, así que la noticia me parece puro sensacionalismo.

De lo que ella se queja, es de no tener un puesto fijo asegurado para toda su vida a los 22 años, no se si es como para quejarse.

Y en segundo lugar, que desde ser presidente de un país, hasta trabajar como Ingeniero en una gran empresa, pasando por ser líder de una manada de lobos, la experiencia (contada como tiempo vivido o trabajado) siempre cuenta y mucho. La única forma de saltarse todos los pasos, es tener una gran idea y fundar tu propia empresa/manada/república independiente de tu casa.

Con eso no quiero decir, que no haya que cambiar las normas de las oposiciones, que seguramente podrían mejorarse muchísimo y ya he escuchado quejas de más afectadas.

Yo creo que la solución sería que los nuevos profesores entrasen con contratos de prácticas (o sucedáneos), de este modo la importancia que se le da a la experiencia previa podría bajarse muchísimo.

A ver si hay suerte y los próximos 10s se ven recompensados ;-), suerte para las nuevas opositoras!

Ireth dijo...

Como sabes, no he escrito por la noticia, sino que ella me ha servido de excusa para escribir sobre algo de lo que hemos hablado varias veces y llevo tiempo pensando.

Lo de no poder tener un puesto fijo a esa edad si lo mereces sería discutible. En lo que estoy de acuerdo es en crear un período de prácticas para todos los que empezaran para que se viera si son aptos o no, así como hacer posible que se pueda despedir a alguien se realiza mal su trabajo.

Claro que hay que ir escalando poco a poco pero lo único que pido es la posibilidad de acceso que ahora es nula. Para ello hay que rebajar el porcentaje de la experiencia laboral, que por supuesto siempre debe tenerse en cuenta, para que así pueda valorarse mejor y de forma más justa a los que acaban de terminar. Una vez dentro ya se escalará como todos los demás.

No es solamente una cuestión de sacar un 10 sino simplemente crear posibilidades, ahora inexistentes salvo milagro, para las personas competentes que empiezan y tienen imposible adquirir los puntos de experiencia laboral (véanse también, por ejemplo, los becarios).

¡Suerte para todos los que la merezcan!

Anónimo dijo...

Otro de los grandes fallos del sistema de oposiciones (desde mi punto de vista) es que en realidad no evalúa lo que se va a hacer en clase: no evalúa ni una clase ni cómo se va a impartir sino la teoría de cómo se impartirá (en el segundo examen el opositor tiene que decir: "voy a seguir tal y cual línea educativa", lo que evidentemente puede no tener nada que ver con la realidad) y los conocimientos puros y duros de la materia. Y por eso todos hemos tenido profesores que sí, sabrían mucho de lo suyo, pero de dar clase... Y por eso me alegra que vayan a cambiar el CAP por algo más largo donde se pretende enseñar a dar clase y donde habrá prácticas (en otras comunidades autónomas ya hay prácticas en el CAP desde hace años).
Y ya puestos a hablar del tema, una petición: que suban la nota media. Cuanto más alta es la nota que se pide para hacer una carrera o un máster o lo que sea más en serio se toma. Que haya que hacer un examen de ingreso para hacer el CAP, o que exista algún tipo de criba para que no haya gente que lo haga porque sí, porque no se le ocurre otra cosa: eso solo favorece que se tome a pitorreo.
Ánimos, que hacen falta.

Clara

Ireth dijo...

Tienes razón Clara, a veces es muy triste pensar cómo se valora la enseñanza, siempre demasiada teoría y poca práctica. Hoy mismo me hablaba una amiga de las prácticas que hizo en Salamanca en el CAP, no fueron demasiados pero por lo menos algo es algo.

Lo peor que vi en el CAP no fue curiosamente lo que todo el mundo de que no sirve para nada y que es una pérdida de tiempo, lo que más me llamó la atención fue la gran cantidad de personas que lo estaban haciendo porque sí, porque no veían una salida mejor y que, lo peor de todo, "odiaban" a los adolescentes, despotricaban contra ellos, etc., etc., etc. ¿Qué buen profesor puede salir de ahí?

Anónimo dijo...

Tienes razón, a mí lo del CAP también me llamó la atención pero no me preocupó demasiado: con las ganas y el esfuerzo que nos supone (supondrá) sacarnos una oposición a los que estamos deseando... para los que no ponen todo el empeño y toda la ilusión del mundo a la fuerza les resultará casi imposible. O imposible del todo.

Clara

JoseAngel dijo...

Me parece una tomadura de pelo. Si los que sacan 10 no pueden colocarse, no tiene sentido convocar oposiciones: que se las den al interino que ya tiene más de diez sobre diez. O igual están los exámenes están mal diseñados y hay demasiados dieces, que también podría ser. En cualquier caso algo falla ahí.