He tardado muchos días... y cuando me he puesto a ello he visto que aún era más imposible de lo que pensaba hacer un resumen de la estancia de Fergus y mía en Cambridge así como de hacer una selección de fotos reducida... Así que ahí va lo que va a la espera de un futuro post del Destructor que además, como siempre, podrá sacar fotos más divertidas que todavía no desvelo.
Por comenzar por el principio, todo empezó en el aeropuerto de Stansted en el que tuvimos que pasar una noche muy amena.

Aunque no lo parezca, ¡el suelo estaba muy duro!!!!!!!!!!!!!
Y al día siguiente ya nos instalamos en Cambridge, en una residencia formada por dos casas divididas en coreanos y turcos con alguna aportación española, italiana y francesa en medio jeje. Hicimos amistad con una coreana que nos preparó una cena (a las 6 de la tarde...) coreana y nosotros para no ser menos hicimos lo mismo con una española: nuestra primera paella y tortilla de patata que acabó en revuelto a falta de buenas sartenes, y jamón que era de España pero ya venía de serie. Un éxito total :-).

La pobre acabó empachada con tanta comida.
Día a día fuimos descubriendo Cambridge y sus museos, una ciudad preciosa en la que el principal medio de transporte son las bicicletas, y cuyos colleges y zonas verdes son una pasada (¡y sin aspersores!).

Esta foto incluye lo mejor del viaje.
Entretanto, por supuesto, íbamos a nuestras clases de inglés y practicábamos el English las 24 horas del día (casi casi). Así que entre unas cosas y otras no quedaba mucho tiempo para salir de marcha.

Nuestra primera y última fiesta.
King's College, el colegio más turístico.
También fuimos a hacer "punting" en el Río Cam que da nombre a la ciudad junto con un puente (Cam-bridge). Fergus descubrió una habilidad nueva después de tener que reemplazar por desesperación a un japonés adelantando a muchas embarcaciones (debería ser deporte olímpico jeje).

¡Qué destreza!
También dimos un paseo turístico con guía incluido en bicicleta (pobre...), vimos Batman antes de que la estrenaran aquí, nos encontramos con Stephen Hawkins en una librería pero no nos hicimos una foto con él, etc., etc., etc.

Las manchas blancas son vacas.
Por supuesto tuvimos tiempo de hacer alguna excursión a Ely (fugaz) e Ipswich.

En el puerto de Ipswich.
Y, cómo no, de hacer una escapada a Londres, viendo lo más típico, cenando en el Planet Hollywood que nos encantó y, por supuesto, yendo al maravilloso Candem Market.


Con la ropa de Chuache y Travolta.

Con nuestros exitosos chubasqueros.

Me encantan esas marionetas japonesas... ¡y tengo una :-)!

En el Buckhingam Palace junto al carruaje donde se casó Lady Di.
Y, antes de volver a tierras mañas, aún tuvimos tiempo de visitar el cementerio americano para regocijo del retratado. Su construcción y su contraste de colores blanco y verde es impresionante.

En fin, una experiencia maravillosa e irrepetible de la que sólo guardo buenos recuerdos (a pesar de la lluvia ;-P).
