viernes, diciembre 29, 2006

Tesorina


Tras una gira por múltiples localidades aragonesas, la última producción del renovado Centro Dramático de Aragón (CDA) se estrenó en el Teatro Principal en vísperas de las fiestas navideñas. Esta vez nos encontramos con una obra 100% aragonesa, desde su autor (Jaime de Huete) hasta sus intérpretes: Tesorina.


Tesorina es una comedia de corte celestinesco. Habla de los amores de un caballero y una dama que pese a las dificultades iniciales, alcanzan con su boda un final feliz, característico de la comedia. El amor entre Tesorino y Lucina como tema central de la obra se completa con la presencia de los amoríos que surgen entre los criados. La presencia de la figura de Celestina es obvia, aunque con la singularidad de que su actividad es ejercida por un fraile, confesor de Lucina. Siguiendo la línea de la lírica y de la novela sentimental de la época, Tesorino aparece con frecuencia como doliente y triste amador, y que a diferencia de los protagonistas de la época en la que está escrito este texto, su figura aparece fortalecida, como sucede en la comedia clásica y en la italiana, por el sentido carnal que se da a su conquista, manifestado también en todos los personajes, sin distinción ni clase social, situaciones muy propias de las comedias del Renacimiento.


Ya dejando la faceta más filológica, una obra interesante donde el texto es enaltecido en algunas interpretaciones y destrozado en otras, con una escenografía muy bien conseguida a imagen de una villa medieval, al igual que un detallista vestuario.

Estamos en resumen ante lo que fue una versión para el pueblo de la inmortal obra de Fernando de Rojas: Tragicomedia de Calisto y Melibea, de la que todos los textos aureos (y posteriores) son deudores en una faceta u otra, y que ha sido, es, y será (por mucho que algunos quijotescos se empeñen en lo contrario) la mejor obra de nuestra literatura.

sábado, diciembre 23, 2006

Ballet de Tianjin

Este lunes tuvo lugar, en el Teatro Principal, la única actuación en la capital aragonesa de la Compañía de Ballet Clásico de Tianjin, una de las cinco compañías estatales de China. Ofrecieron un conjunto de fragmentos de coreografías occidentales y orientales en un espactáculo lleno de exotismo, colorido y plasticidad.

Creo que podían ser mejorables en algunos aspectos técnicos (aunque he de decir que éste era mi primer ballet) pero hubo coreografías realmente bellas. He de destacar el dúo "Jing Wei" basado en una leyenda china según la cual Nuwa y un joven pescador se enamoran y tienen que evitar los ataques del Monstruo del Mar, así como "Corazón de hijas" en el que aparecen tres ángeles-mariposa danzando en torno a un árbol, "Río Amarillo", la historia del río que simboliza una nación, "La danza de Pluma", "Paloma" en la que el dúo portaba alas, o el último fragmento: "El destacamento de Mujeres del Ejército Rojo" que narraba una historia que bien recordaba, por ejemplo, a la bella película La casa de las dagas voladoras.

Un atrayente y sugerente espectáculo, en el que el comentarista se podía haber esmerado un poco más durante los cambios de ropa de la compañía, en el que no estuvo Elros... que se perdió un espectáculo diferente. Si es que...

viernes, diciembre 15, 2006

Fin de partida

Hasta hace unos días, y conmemorando el centenario de Samuel Beckett, se pudo ver en el Teatro de la Estación la última producción de la compañía Teatro del Temple, una de las obras más afamadas de éste padre del llamado teatro del absurdo: "Fin de partida".


Tras un cataclismo mundial, Hamm (Ricardo Joven) y Clov (José Luis Esteban), últimos supervivientes de la especie humana, se encuentran recluidos en un refugio. Hamm ejerce de amo, pese a estar paralítico y ciego, y Clov parece asumir su condición de esclavo y siervo aunque con un cierto grado de rebeldía. Condenados a esa espera inútil donde nada se puede hacer que no sea lanzar gestos huecos y palabras vanas mientras a su lado agonizan el padre y la madre de Hamm metidos en un contenedor.

Un espacio gris asfáltico, sólo conectado con el mundo exterior por un ventanal. El metal es el elemento dominante, símbolo de una sociedad altamente tecnificada, pero sumida ya en el desastre medioambiental. El espacio sonoro, la luz y el uso puntual de imagenes audiovisuales, sirven para acabar de componer este fresco entre patético e irónico de un posible punto final para la especie humana.


Impregnada toda la obra con el sarcástico horror, la maravillosa ternura y el sorprendente humor de Samuel Beckett nos encontramos ante una de sus obras cumbres que nos desvela que su obra sigue plenamente viva y actual; y que sus metáforas escénicas, trazadas siempre con economía de medios y de palabras, nos deslumbran con su clarividencia para mostrar la esencia del ser humano.

Teatro del Temple afronta el montaje de este clásico contemporáneo, como en casi todo lo que hace, profundamente respetuoso con el espíritu de la letra, pero dando una vuelta de tuerca más a su imaginario hasta hacer de la obra algo todavía más cercano y reconocible al espectador, desvelando su gran sentido cómico, a veces apartado del espectáculo por su contenido existencial.

Humor negro, melancolía y ternura para caracterizar a los personajes. Ellos son el elemento central de esta metáfora nítida y rigurosamente contemporánea de la condición humana.


viernes, diciembre 08, 2006

En un lugar de Manhattan


En un lugar de Manhattan... vivían dos lesbianas que se amaban a pesar de la dura presión que ejercía sobre ellas la omnipresente mirada discriminatoria y babosa de un rebaño masculino estúpido. Ésta es la propuesta del Quijote vanguardista de la argentina Gabriela Ossini (Pilar Sáenz) para la compañía de actores que dirige, que no aceptan demasiado bien esta versión. Pero la aparición de una gotera en la sala de ensayos y otros problemas fontanerísticos en las duchas de los vestuarios provocarán la aparición del fontanero Don Alonso (Ramón Fontserè) y su ayudante Sancho (Pep Vila), provenientes de un hospital sanatorio y verdaderas encarnaciones de Don Quijote y Sancho Panza.

Ésta fue la suculenta versión y adaptación de algunos episodios del Quijote de Cervantes que el público pudo disfrutar en el Teatro Principal de Zaragoza durante diez días a cargo de Els Joglars con En un lugar de Manhattan bajo la dirección de Albert Boadella.

Y no puedo menos que alabar esta obra, verdadero espejo, en mi opinión, de las reacciones que provocaba el Quijote cuando se publicó, en pleno siglo XVII, entre las gentes de la época. Y es que, lo que no se debe olvidar es que era una novela que movía a risa y despertaba las carcajadas de todos aquellos que oían su lectura por lo anacrónico de un caballero en un mundo en que los libros de caballerías se iban apagando.


Hoy, en pleno siglo XXI, y después de numerosas versiones e interpretaciones del Quijote a lo largo de los siglos y las corrientes artísticas y literarias, Els Joglars, consigue, a través de una mirada contemporánea y actual en la que tienen cabida Star Wars, el nacionalismo vasco o King Kong (entre otros), la plasmación de la verdadera esencia de la obra de Cervantes. Y se deja de tantas tonterías que nada o poco tienen que ver con él.

Así, mediante la parodia del proyecto de la argentina, Els Joglars despliega todo un conjunto de efectos y juegos, en los que vemos cómo la compañía de actores, así como hacían múltiples personajes del Quijote, se disfrazan y provocan a los dos pobres fontaneros recreando varias escenas como la de los galeotes o los molinos de viento para desquiciamiento de la dire. Don Alonso, enloquecido por las lecturas del Quijote, motocicleta y llave del veinte en mano, se batirá contra todos los malandrines y tuberías plúmbeas.

Todo aquel amante de Cervantes y el Quijote no debería perderse esta imprescindible obra. A destacar el trabajo de toda la compañía y, especialmente, el de los actores que encarnan a Don Quijote y Sancho. Y es que a veces sucede que yo también llevo a Elros a ver unas cosicas...

miércoles, diciembre 06, 2006

El laberinto del Fauno ***



“El laberinto del fauno” nos sitúa en el año 1944, quinto año de paz, y cuenta el apasionante viaje de Ofelia (Ivana Baquero), una niña de 13 años que junto a su madre, Carmen (Ariadna Gil), convaleciente a causa de un avanzado estado de gestación, se traslada hasta un pequeño pueblo en el que se encuentra destacado Vidal (Sergi López), un cruel capitán del ejército franquista, nuevo marido de Carmen y por el que Ofelia no siente ningún afecto.

También ahí se halla el molino donde Vidal tiene su centro de operaciones; en él les aguardan Mercedes (Maribel Verdú), una joven que se encuentra a cargo de los demás miembros del servicio, y el doctor (Alex Angulo), que se hará cargo del delicado estado de salud de Carmen.

Una noche Ofelia descubre las ruinas de un laberinto donde se encuentra con un fauno (Doug Jones), una extraña criatura que le hace una increíble revelación: Ofelia es en realidad una princesa, última de su estirpe, a la que los suyos llevan mucho tiempo esperando. Para poder regresar a su mágico reino, la niña deberá enfrentarse a tres pruebas antes de la luna llena. En el transcurso de esta misión, fantasía y realidad se abrazan para dar rienda suelta a una maravillosa historia donde la magia que rodea a Ofelia nos transporta a un universo único, lleno de aventuras y cargado de emoción.


Segunda incursión del hollywoodiense director mexicano Guillermo del Toro en la Guerra Civil española tras "El espinazo del Diablo" en la que la fantasía y el fascismo toman los papeles protagonistas en una película en que la mezcla de realismo y ficción no deja sensación de verosimilitud alguna al no tratar concienzudamente ninguna de las dos vertientes. La violencia militar ahoga la esperable inocencia infantil creyente en mundos maravillosos, y el mensaje reivindicativo se pierde ante la aparición de estrambóticos y horribles monstruos pseudomitológicos de látex.





Destacando por supuesto la efectividad técnica y creativa de la cinta, entre los actores sobresale un gran Sergi Lopez que borda su ingrato papel de capitán del ejército franquista.

Estamos, en resumen, ante una película para aficionados al género fantástico que busquen pasar un rato entretenido entre seres extraordinarios, pues estos serán lo más extra-ordinario del filme.


martes, noviembre 21, 2006

Visitando al Sr. Green

Estupenda propuesta la que ofreció la semana pasada el Principal con Visitando al Sr. Green dirigida por Juan Echanove y adaptando una obra de Jeff Baron.

En escena dos grandes, Pere Ponce y, más conocido, el veterano Juan José Otegui, en dos personajes extremos pero llenos de matices y ternura.

La historia: el joven ejecutivo de éxito, Ross Gardiner (Ponce) atropella al Sr. Green (Otegui) y el juez dicta sentencia, según la cual Gardiner debe asistir dos horas por semana al Sr. Green que, además ha enviudado recientemente. El anciano se presentará lleno de rarezas, no come, tiene el teléfono averiado, y un largo etcétera, y sobre todo, no quiere que nadie se entrometa en su vida. Como es de suponer, poco a poco la relación entre ambos se irá estrechando a medida que van abriendo su corazón: aflorarán temas como la homosexualidad, el judaísmo, la soledad, el amor, el perdón, la hija perdida, etc. El Sr. Green, a través del modelo de Gardiner y la incomprensión que sufre de su familia, reavivará el recuerdo de su hija y sus nietos, descubriendo que su comportamiento no ha sido el adecuado, sabiendo que lo primero es el amor y la familia, y no tanto la doctrina judaica. Ambos personajes experimentarán una catarsis en un final ya esperado por todos.

Ambos actores representan a la perfección su papel. La obra está llena de humor, humor que sirve para endulzar lo amargo de la vida. Ciertos clichés sí, pero Ponce vestido al comienzo de verde como buen Sr. Green despertó la sonrisa y la carcajada del público en numerosas ocasiones, también lo hizo Ross como por ejemplo con su enrolamiento en un club de atletas gays que se reúnen para correr.

Una rica escenografía llena de detalles y recuerdos no gratuitos, lo que hace recordar aquello que dijo Chejov de que "si en el primer párrafo de un cuento se menciona que hay un clavo en la pared, ese clavo debe servir para atar la cuerda con que el protagonista se colgará al final", cada objeto desempeña una función o alberga algo.

Obra de larga duración con descanso pero que se hace breve. Una gran apuesta (sólo me chirrió un poco el principio de la segunda parte, algo forzado). Si podéis verla pasaréis un buen rato.

domingo, noviembre 19, 2006

El barbero de Sevilla



Mi primera ópera, El barbero de Sevilla, en el Teatro Principal de Zaragoza. A mí me gustó, aunque se hizo demasiado larga. Hubo quien opinó que tenía algunas carencias vocales y así se señaló también el el Heraldo de Aragón hace unos días.

El barbero Fígaro (cuyo papel no fue interpretado por Soo Hong Kim, el que figuraba en el folleto) ayuda al Conde de Almaviva (Luis María Pacceti) a conquistar a Rosina (Helena Gallardo), mujer casada.

Esta ópera de Rossini contiene varias piezas fácilemente reconocibles por el espectador y que, curiosamente, se sitúan al comienzo de la obra haciendo la delicia del público.

Con respecto a las interpretaciones:

-A Fígaro, con ese traje y peinado a lo goyesco, el más ovacionado, se le apoderaba en ocasiones la orquesta y "sufría" en los pasajes vertiginosos, pero conquistó al público.

-El conde de Almaviva era el más teatral en el gesto y la voz aunque en ocasiones se fue un poco de tono.

-Rosina tenía buena voz, donde fallaba era en los fragmentos hablados (si bien he leído que su categoría, creo que es soprano, no es la misma que la reseñada en la ópera).

-En mi opinión la mejor voz fue la del cura, poderosa, clara y rotunda.

Leyendo esto parece que la ópera fuera muy floja, pero lo cierto es que fue correcta. Eso sí, hay que reseñar el magistral trabajo de la orquesta conducida por un gran director de razonable parecido con el novio de la Lollobrigida.

lunes, noviembre 13, 2006

Un homenaje a..... SANTIAGO MELÉNDEZ

Recuperando la serie de homenajes que inició Ireth hace unos meses y con la excusa de nuestra asistencia a su último espectáculo teatral (Queridas mías) me gustaría desde esta pequeña ventana al mundo del teatro realizar un esbozo artístico del actor que sin duda más ha aparecido por este blog en su año y un mes exacto de vida, es nuestro sin par Santiago Meléndez.



Fundador, director y actor de la compañía Teatro del Alba desde 1982 hasta 1996. Realizó más de 20 espectáculos que obtuvieron tanto el apoyo como el reconocimiento unánime de público y crítica en España y Europa, convirtiéndose en uno de los referentes incuestionables del teatro aragonés. Entre ellos cabe destacar El rayo colgado (Nieva), El hombre elefante (Pomerance), Señorita Julia (Strindberg), o Yerma (Lorca).

Posteriormente colaboró actuando o dirigiendo en varias compañías: Teatro del Temple (Goya, Macbeth, ...), Teatro de la Ribera (El amante militar, Las burlas de las mujeres, Pasiones, ...), CDA (Morir cuerdo, vivir loco, Misiles melódicos, La vida es sueño), Mapa (Arsénico por compasión), y comenzó a combinar su trabajo teatral con intervenciones en TV en series por todos conocidas: Motivos personales, El comisario, Los hombre de Paco, Compañeros, Policías, u Hospital Central.


En la actualidad presenta varios espectáculos: Queridas mías, y los ya reseñados Lo mejor de cada casa, Noches de amor efímero, y Días sin nada. También prepara como actor Yo no soy un Andy Warhol (Teatro del Temple) y En la soledad de los campos de algodón (Tranvía Teatro).




Respecto a su reciente actuación en el Teatro Principal con Queridas mías:


Una familia de mujeres un tanto peculiar. Un solo actor interpretando a todos los personajes, una colección de personajes femeninos divertida, cómplice, irónica y a veces sarcástica, protagonizada por un Santiago que se multiplica y transforma en el escenario de forma excepcional, una buena ocasión para ver teatro en estado puro. Un escenario, un actor y la complicidad entre ambos.




No perdáis la oportunidad de verlo en acción, porque Santiago Meléndez emociona, divierte, sorprende, estremece... y no pierde oportunidad de bajar al patio de butacas... ¡Cuidado con él!

martes, noviembre 07, 2006

El castigo sin venganza

De vez en cuando aterriza algún clásico en el Teatro Principal de Zaragoza. En este caso le tocó el turno a El castigo sin venganza de Lope de Vega a cargo de la compañía nacional de Teatro Clásico que ya estuvo el año pasado representando Amar después de la muerte de Calderón de la Barca.

La obra, que traslada y ambienta el texto en la Italia prefascista de los años 30, está bajo la dirección de Eduardo Vasco. Nos encontramos ante una obra que, como Amar después de la muerte, es impecable y perfecta en lo que a interpretación y puesta en escena se refiere (siguen aprovechando los momentos de gran número de actores en el escenario que intensifican la acción), pero a la que les falta ese "algo" para ser magistral, la originalidad, algo que le dé una mayor personalidad a la representación.

El Duque de Ferrara (Arturo Querejeta) va a casarse con Casandra (Clara Sanchis), pero se cruza en el camino el hijo de éste, el Conde Federico (Israel Elejalde), ambos jóvenes se enamoran y tratan de evitar su relación. Federico renuncia a su casamiento con Aurora (Nuria Mencía), prácticamente una hermana para él. Pero ni el joven ni Casandra podrán resistirse a los lazos del amor y aprovecharán la transitoria ausencia del Duque de Ferrara para unirse. Cuando éste vuelva y descubra la traición por una carta desplegará ese curioso "castigo sin venganza" que acabará con la inevitable muerte trágica de los dos.

Como he dicho, un correctísimo trabajo de la Compañía. Me parece muy bueno el resultado de la traslación temporal y no se ve forzada (salvo por ese personaje alegórico que ilustra el cartel de la función y que parece más adecuado a la ambientación original). Y, para concluir, me gustaría rescatar un fragmento clave de la obra en la que se puede apreciar ese constante juego de palabras y agilidad expresiva que tanto gustaba a los escritores áureos:

FEDERICO (a CASANDRA):

Pues, señora,

yo he llegado

perdido a Dios el temor

y al duque, a tan triste estado,

que éste mi imposible amor

me tiene desesperado.

En fin, señora, me veo

sin mí, sin vos, y sin Dios.

Sin Dios, por lo que os deseo;

sin mí, porque estoy sin vos;

sin vos, porque no os poseo.

Y por si no lo entendéis,

haré sobre estas razones

un discurso, en que podréis

conocer de mis pasiones

la culpa que vos tenéis.

Aunque dicen que el no ser

es, señora, el mayor mal,

tal por vos me vengo a ver,

que para no verme tal,

quisiera dejar de ser.

En tantos males me empleo,

después que mi ser perdí,

que aunque no verme deseo,

para ver si soy quien fui,

en fin, señora, me veo.

A decir que soy quien soy,

tal estoy, que no me atrevo,

y por tales pasos voy,

que aun no me acuerdo que debo

a Dios la vida que os doy.

Culpa tenemos los dos,

del no ser que soy agora,

pues olvidado por vos

de mí mismo, estoy, señora,

sin mí, sin vos y sin Dios.

Sin mí no es mucho, pues ya

no hay vida sin vos, que pida

al mismo que me la da;

pero sin Dios, con ser vida,

¿quién si no mi amor está?

Si en desearos me empleo,

y él manda no desear

la hermosura que en vos veo,

claro está que vengo a estar

sin Dios, por lo que os deseo.

¡Oh, qué loco barbarismo

es presumir conservar

la vida en tan ciego abismo

hombre que no puede estar

ni en vos, ni en Dios, ni en sí mismo.

¿Qué habemos de hacer los dos,

pues a Dios por vos perdí,

después que os tengo por dios,

sin Dios, porque estáis en mí,

sin mí, porque estoy sin vos?

Por haceros sólo bien,

mil males vengo a sufrir;

yo tengo amor, vos desdén,

tanto, que puedo decir:

¡mirad con quién y sin quién!

Sin vos y sin mí peleo

con tanta desconfïanza.

Sin mí porque en vos ya veo

imposible mi esperanza;

sin vos, porque no os poseo.



Acto Segundo

P.D.: Nos faltó ver a ese Pope de El comisario en el papel de Federico...

lunes, noviembre 06, 2006

Días sin nada


Y siguiendo con las tablas aragonesas, aún quedan unos días para disfrutar en el Teatro de la Estación de la obra "Días sin nada" de Rafael Campos. Interpretada por la compañía Tranvía Teatro, esta vez en las personas de Cristina Yañez, Pilar Molinero y Santiago Meléndez (también director de la obra).



Una mujer, acusada de crímenes de guerra, recibe la visita de una reportera de una revista médica. En el transcurso de la visita, hilados en la conversación, la mujer evoca algunos acontecimientos de su vida. A través de ellos, en el diálogo con la periodista, asistimos a una serie de episodios que indagan en asuntos como la existencia de una persona en condiciones extremas: una conflicto bélico, por ejemplo.


La indagación en una peripecia humana es la manera de abordar desde la escena, a través de la ficción propuesta, una reflexión que ofrezca alguna luz sobre las posibilidades del comportamiento humano en situaciones límite, cuando la línea regular de una vida se trunca por decisiones que toman otras personas.


Interesante opción teatral con un buen texto y una sobria pero estremecedora escenografía que nos enseña como, con un juego de luces y transparencias, y una música que se convierte casi en un personaje más, los vivos y los muertos van continuamente caminando de la mano. Destacar sin lugar a dudas la genial interpretación de Cristina Yañez en un papel desgarrado a la altura de una de nuestras mejores actrices locales.

sábado, octubre 28, 2006

Archipiélago

Desde el 18 al 29 de octubre se puede ver en el Teatro del Mercado la obra Archipiélago dirigida por Mariano Anós. Elros y yo tuvimos la oportunidad de asistir a la representación de la misma en plenas fiestas del Pilar, programada en la plaza San Bruno, dedicada al Humor, clasificación que no vimos adecuada para el acto y que provocó la reacción de muchos asistentes que fueron abandonando progresivamente sus asientos, creemos que porque no entendían el espectáculo o porque no era lo que esperaban (no se trataba de reír a carcajada limpia).

La he denominado obra, pero no sé si es el calificativo más adecuado, quizá sería mejor hablar de un recital poético interpretado. Con ayuda de la música de José Luis Romeo y una escenografía algo futurista con bolas luminosas y una especie de focos de alambre, tres actores ataviados con túnicas y demás velos que dan juego en el transcurso de la interpretación recitan poemas escogidos de Lorca, Alberti, Machado, Darío, Luis Cernuda, Pedro Salinas, Miguel Hernández, Gabriela Mistral, Alfonsina Storni y otros autores del siglo XX.

"Archipiélago" era la palabra favorita de Rubén Darío, y los actores basados en los personajes de la comedia del arte italiana comparten con nosotros una tras otra esas islas que lo componen.

El trabajo es verdaderamente complejo, la dificultad a la que se enfrentan estos tres actores es considerable, ya que resulta verdaderamente complicado memorizar tal cantidad de poemas, recitarlos a varias voces, cantarlos e interpretarlos. Destaco la figura de un actor del panorama aragonés que, personalmente, me llama: Pedro Rebollo, del que descubrimos sus pinitos como cantante. No encuentro ninguna tacha con respecto a ellos, sí que echo en falta una mayor unidad temática o coherencia interna, pero al fin y al cabo es un muestrario de poesía que pretende hacernos sentir diversas sensaciones.

En mi opinión la selección es muy acertada: poemas muy musicales, revestidos de ese gusto por lo popular que los hace tan rítmicos y memorizables, infantiles incluso diría yo. Un espectáculo para “sordos, ciegos, niños y sabios” he leído en algún lugar, me parece muy acertado. Podéis imaginar el gran disfrute del filólogo jeje: "La princesa está triste...", el lagarto y la lagarta, "Las moscas" de Machado, y un largo etcétera, algunos verdaderamente entrañables. No puedo dejar de destacar "El aburrimiento" de Alberti que leí hace ya bastantes años y que en su tiempo llamó mi atención. Lo comparto con vosotros:


EL ABURRIMIENTO

Poema escénico


Me aburro.
Me aburro.
Me aburro.
¡Cómo en Roma me aburro!
Más que nunca me aburro.
Estoy muy aburrido.
¡Qué aburrido estoy!
Quiero decir de todas las maneras
lo aburrido que estoy.
Todos ven en mi cara mi gran aburrimiento.
Innegable, señor.
Es indisimulable.
¿Está usted aburrido?
Me parece que está usted aburrido.
Dígame, ¿adónde va tan aburrido?
¿Que usted va a las iglesias con ese aburrimiento?
No es posible, señor; que vaya a las iglesias
con ese aburrimiento.
¿Que a los museos -dice- siendo tan aburrido?
¿Quién no siente en mi andar lo aburrido que estoy?
¡Qué aire de aburrimiento!
A la legua se ve su gran aburrimiento.
Mi gran aburrimiento.
Lo aburrido que estoy.
Y sin embargo... ¡Oooh!
He pisado una caca...
Acabo de pisar -¡Santo Dios!- una caca...
Dicen que trae suerte el pisar una caca...
Que trae mucha suerte el pisar una caca...
¿Suerte, señores, suerte?
¿La suerte... la... la suerte?
Estoy pegado al suelo.
No puedo caminar.
Ahora sí que ya nunca volveré a caminar.
Me aburro, ay, me aburro.
Más que nunca me aburro.
Muero de aburrimiento.
No hablo más...
Me morí.

Es una apuesta algo densa pero interesante.

viernes, octubre 20, 2006

Los Borgia ***


Venga, va, rapidito… que la cosa no da para mucho, pero como Antena 3 se ha gastado más de 10 milloncitos de euros en el tema y además a mí me entretuvo más que Alatriste, con la que también perdimos el tiempo, se merece aparecer por estos lares…




Juan, César y Jofré, los tres hijos de Rodrigo Borgia, se dirigen al Vaticano, donde se está celebrando el cónclave para elegir nuevo Papa. Allí se enteran de que su padre, Rodrigo Borgia, acaba de ser elegido pontífice con el nombre de Alejandro VI.

El nuevo Papa sueña con aumentar los territorios del Vaticano de todas las formas posibles. Para ello nombra Capitán de sus ejércitos a Juan, su hijo mayor, y lo casa con María Enríquez, una noble dama española. A su hijo segundo, César, lo nombra Cardenal, y para su única hija, Lucrecia, acuerda el matrimonio con Juan Sforza. Finalmente obliga a Jofré, su hijo pequeño, a casarse con Sancha de Aragón. Pero César quiere ocupar el lugar de su hermano Juan y controlar el ejército. Entre los dos comienza una gran rivalidad. Una noche, los hermanos regresan de una fiesta y Juan se despide de ellos. Al día siguiente, encuentran su cadáver en el río. El dolor de Alejandro es inmenso: es su hijo preferido.

Con la muerte de Juan, César deja los hábitos y es nombrado Capitán de los ejércitos. Al frente de ellos conquista los territorios vecinos y, así, se extienden las fronteras del Vaticano. Los sueños de Alejandro VI para iniciar una dinastía han comenzado a cumplirse. Pero los enemigos de los Borgia han ido aumentando con el paso del tiempo. Las antiguas rivalidades germinan convertidas en oscuras tramas que van a poner en peligro la hegemonía de la familia en Roma…



Película de costosa y laboriosa elaboración, con unas localizaciones fieles a la historia verídica sitas entre otras ciudades en la eterna Roma, Fracciano, Caprarola, o Estella y Olite, donde es un protagonista principal su sin par Castillo así como el Palacio Farnese o el Castillo Orsini de las ya citadas localidades italianas. Una ambientación espectacular lleva al espectador a finales del siglo XV y principios del XVI guiándole de la mano en una historia de intrigas políticas y amorosas.

Como tampoco puedo estar documentándome sobre todo, no conozco cómo será la verdadera historia de la familia en cuestión, pero sí me llamó la atención la benevolencia con la que se trata en la cinta al personaje de Lucrecia Borgia. Esa mujer que siempre se nos enseñó que era la representación de la ambición, la lujuria y la maldad es retratada como la mayor de las víctimas de su parentela, siendo ella la voz de la moral familiar... Se ruega a los historiadores que nos leen que aclaren el tema…



La fotografía, Sergio Peris-Mencheta, los actores secundarios (como casi siempre) y una trama trepidante son los otros puntos a destacar de esta producción histórica que me da la impresión que gustará mucho más al espectador en su versión extendida en formato de serie televisiva cuando sea emitida por entregas.



Como curiosidad decir que los americanos, que se apuntan a todo, ya están preparando su versión del tema. El filme, que estará más centrado en la figura de Lucrecia (ellos seguro que no la ponen tan buenecita), estará protagonizado por Scarlett Johansson y sus poderes interpretativos…



Nota al director: Antonio, hombre, mira que poner a una mulata brasileña interpretando a Sancha de Aragón…