Bueno, no podía faltar este homenaje que deseaba rendir hace tiempo. La figura a rescatar es Buster Keaton, puede que muchos no lo conozcáis pero espero que para alguno sea un verdadero descubrimiento como lo fue para mí desde que vi su primera película. Es una de las grandes figuras del cine mudo (sí, cuando las películas eran en blanco y negro) junto con el archiconocido Charles Chaplin, pero menos recordado. Rondando el 20 encontramos la mayoría de su producción en cortos y películas, no tienen desperdicio.
El navegante, El héroe del río, El maquinista de la general, Las tres edades, ... Muchas escenas que ahora o en su momento nos parecieron originales ya aparecían en Buster: experimienta el cine dentro del cine en Sherlock, y ¿recordáis la famosas escena en que un joven emprende una carrera para encontrar una novia para casarse porque recibirá una herencia si se casa ese mismo día y por diversos líos una cuadrilla de locas acaba corriendo tras él en vestido de novia por toda la ciudad persiguiéndolo? Pues ya aparecía en una película de ¡1925! Siete ocasiones.
Suelo utilizar el cien mudo para relajarme y desconectar, y es cuando me doy cuenta de que existe un lenguaje universal, el del humor, el guiño, el tropezón, que puede entender cualquier persona. Os aseguro que es una experiencia muy recomendable.
Hace unos años apareció la película Después de medianoche (Dopo Mezannotte) de Davide Ferrario en la que, a su manera, rendía un homenaje a Buster ('el destructor'), ese actor bajito con zapatos de payaso tan acróbata y relacionado con el circo al que su cara inexpresiva le valió el apodo de "El palo".
Buster Keaton
Y no puede dejar de transcribir este poema dedicado a él que he encontrado por casualidad tecleando "Buster Keaton poema" en el Google, por increíble que parezca es de Rafael Alberti, y lo pongo no porque me guste ni le encuentre maestría, sino porque me ha llamado mucho la atención por lo excéntrico y extravagante (dicen que es un poema representable de onomatopeyas). A modo de curiosidad aquí lo tenéis:
Buster Keaton busca por el bosque a su novia, que es una verdadera vaca
1, 2, 3 y 4
En estas cuatro huellas no caben mis zapatos.
Si en estas cuatro huellas no caben mis zapatos,
¿de quién son estas cuatro huellas?
¿De un tiburón,
de un elefante recién nacido o de un pato?
¿De una pulga o de una codorniz?
(Pi, pi, pi.)
¡Georginaaaaaaaaaa!
¿Donde estás?
¡Que no te oigo Georgina!
¿Que pensarán de mi los bigotes de tu papa?
(Papaaaaaaaa.)
¡Georginaaaaaaaaaaa!
¿Estás o no estás?
Abeto, ¿donde está?
Alisio, ¿donde está?
Pinsapo, ¿donde está?
¿Georgina paso por aquí?
(Pi, pi, pi, pi)
Ha pasado a la una comiendo yervas.
Cucu,
el cuervo la iba engañando con una flor de resada.
Cuacua,
la lechuza, con una rata muerta.
¡Señores, perdonadme, pero me urge llorar!
(Gua, gua, gua)
¡Georgina!
Ahora que te faltaba un solo cuerno
para doctorarte en la verdaderamente útil carrera de ciclista
y adquirir una gorra de cartero.
(Cri, cri, cri, cri)
Hasta los grillos se apiadan de mí
y me acompaña en mi dolor la garrapata.
Compadecete del smoking que te busca y te llora entre aguaceros
y del sombrero hongo que tiernamente
te presiente de mata en mata.
¡Georginaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
(Maaaaaa).
¿Eres una dulce niña o una verdadera vaca?
Mi corazón siempre me dijo que eras una verdadera vaca.
Tu papa, que eras una dulce niña.
Mi corazón, que eras una verdadera vaca.
Una dulce niña.
Una verdadera vaca.
Una niña
Una vaca.
¿Una niña o una vaca?
O ¿una niña y una vaca?
Yo nunca supe nada.
Adios, Georgina.
(¡Pum!)
Rafael Alberti.