jueves, marzo 29, 2007

Un homenaje al.............patinaje artístico: Plushenko y Yagudin


Me gustaría rendirle un homenaje al patinaje artístico, deporte prácticamente olvidado en España y que no recibe ayudas para desarrollarse y que yo sigo siempre que puedo. Y lo haré a través de la figura de dos grandes patinadores: Evgeni Plushenko y Alexei Yagudin.



Plushenko, pese a su juventud, puede presumir de ser campeón olímpico en 2006, de poseer tres títulos mundiales y cinco europeos. Actualmente se encuentra apartado de la competición (enriqueciéndose con sus cotizadas exhibiciones) pero ya ha declarado que el año que viene volveremos a verlo en acción. De él rescato una coreografía atípica, que se aleja de lo común y sumamente divertida a partir de "Sex bomb" de Tom Jones.





Yagudin ya se encuentra retirado de la competición pero fue campeón del Mundo 1998, 1999 y 2000, y subcampeón en el 2001. Si hay algo destacable en él son esos magistrales pasos hacia delante que le hacen ir hacia atrás (y esos guantes negros que solía llevar), ¡increíbles! Podréis verlos en esta actuación:


En fin, aquí queda mi particular homenaje.

sábado, marzo 24, 2007

Cristiania

Descubro hoy en un documental sobre Noruega y otros países nórdicos la existencia de un lugar que parece salido de una de esas utopías y sueños que plasmaron en papel algunos escritores, pero en este caso Cristiania existe.

Cristiania es una barrio liberado danés desde hace más de 30 años, en él vive una comunidad al margen de las normas de la sociedad que la circunda. Lo que necesitan para vivir lo consiguen mediante su propio trabajo, es como una pequeña ciudad dentro de otra.

En 1971 el ejército danés abandonó los cuarteles de Christianshavn, situados en pleno centro de la ciudad de Copenhague, capital de Dinamarca. Fue entonces cuando un movimiento okupa hizo un llamamiento a todos los jóvenes de Europa con ideología hippie, para ocupar ese terreno. Allí construyeron sus casas, tiendas, talleres… Establecían así su forma de vida alternativa.


Allí no existe la propiedad privada, si construyen una casa será suya mientras la utilicen, pero nunca podrán venderla. Tienen sus propios restaurantes, guardería, y establecimientos necesarios. La ganancia del dinero indispensable para vivir depende del trabajo de cada habitante de Cristiania.


Cristiania está llena de exposiciones artísticas, de música, hay plena libertad de expresión y numerosos artistas se han desplazado allí para trabajar, pues encuentran en él un lugar de inspiración.


Están prohibidas las armas, así como la circulación de coches, los habitantes se desplazan a pie o en bicicleta. El lugar es limitado siendo difícil querer establecerse allí aunque no está cerrado a todo aquel turista o visitante que quiera adentrarse en él. No hay un gobierno como tal, los habitantes se reunen en asamblea y deciden de manera unitaria: si la totalidad o una mayoría rotunda no está de acuerdo, la medida propuesta se abandona.


Uno de los problemas que se le achacan es que allí es libre el comercio de marihuana. Sin embargo, la consumición y venta de todas las drogas duras está terminantemente prohibida, como lo están también las armas.


El documental termina diciendo, algo que no extraña de ningún modo, que su desaparición está cercana, ya que es un lugar que incomoda al omnipotente del capitalismo que intentará acabar con esta comunidad por todos los medios. Por otra parte, también se suceden allí algunos altercados violentos.


Un lugar utópico interesante, anclado dentro de una ciudad en pleno siglo XXI. Como curiosidad, decir que por el espacio dedicado a conciertos del barrio o comunidad han pasado figuras musicales tan relevantes como Eric Clapton, Bob Dylan o Alanis Morissette.


miércoles, marzo 21, 2007

La Puerta del Infierno: Rodin


"En un espacio incierto, parecido a la sala de almacenaje de un museo, se esconde La Puerta del Infierno de Rodin. Dos hombres y una mujer buscan la manera de forzar la puerta principal para escapar del museo. Están desorientados, van desnudos y llevan restos de material escultórico adheridos al cuerpo..."


Así reza el comienzo del texto del panfleto de La Puerta del Infierno: Rodin, obra teatral que se representó la semana pasada en el Teatro Principal, según un texto de José Luis Esteban y bajo la dirección de Félix Martín.

La lectura de estas palabras es una llamada que incita directamente a querer saber qué sucede en esta historia, buen recurso de captatio: a la tormentosa figura del escultor Rodin se une ahora el misterio de unos seres desnudos y perdidos que no conocemos en un museo...


Y es cierto que la historia es buena y atractiva: tres figuras de la Puerta del Infierno luchan por escapar y salir al mundo real mientras que una joven escultura obsesionada con la figura de Camille Claudel, amante de Rodin que acabó desquiciada por su relación con el escultor, se encuentra con ellos.


Temas tan interesantes como lo inanimado que quiere salir de su obligado lugar por nacer a la vida, los juegos con la biografía de Rodin y las intersecciones con los personajes de la obra que se identifican con él o con su amante, la valoración de la obra de arte como única y su destrucción, el sadismo, lo satánico, la locura, la mutilación del cuerpo y la desnudez constituyen argumentos muy sugerentes.


La desnudez fue un tema principal, los actores aparecieron con un desnudo integral, que levantó las risas absurdas de algunos espectadores sin motivo alguno. La desnudez frente a las vestiduras, un tópico que nos acompaña desde el Pecado original en nuestra tradición.


Sin embargo, el principal problema recayó en la interpretación del reparto que ocasionó que esas profundas reflexiones sobre las que hablaba el texto no adquierieran la profundidad necesaria. No sé si debido a un probable cambio de cartel a última hora, no lo sé, pero el caso es que las actuaciones fueron muy flojas. Sólo cabe destacar de manera muy reseñable la interpretación de Marco Aurelio González que brilló por encima de todos en un gran alarde de plasticidad y simbiosis con su personaje que no se vio refrendado por el resto de compañeros.


No estuvo mal, mereció la pena por su originalidad, y me pareció lamentable que el público apenas aplaudiera. Esta "Puerta del Infierno: Rodin" ha sido la obra teatral de todas las que he presenciado que menos aplausos cosechó. Recordemos que el aplauso es una de las mayores satisfacciones para el actor después de su trabajo, y en este caso me pareció escaso.


Yo, por mi parte, me quedo con una gran frase: "¿Por qué las estatuas no pueden pasear por los jardines?".

domingo, marzo 11, 2007

Retazos semanales 2 y 3

La segunda entrega va con algo de retraso, así que se une a la tercera.


Franco y el miles gloriosus: cuenta una anécdota que cuando a Francisco Franco le llamaban miles gloriosus, figura típica de la comedia clásica, él lo interpretaba literalmente como un halago, 'soldado glorioso', cuando no hacían otra cosa que llamarle 'soldado fanfarrón'.

"A propósito del Milles Gloriosus: los visitantes de Salamanca, quizás se vean sorprendidos al notar que los muros de la Universidad están marcados a escoplo con ese famoso signo que adoptó el fascismo español tras la victoria de sus ejércitos: me refiero al monograma que se lee "VICTOR". Sepa el curioso que ese signo se grababa cada vez que una tesis doctoral era leída y aprobada por la Facultad desde tiempos medievales. La repesca ideológica y bullanguera del Falangismo español se apropió, como digo, impropiamente del monograma, y llegó a cincelar en esas mismas paredes el signo, al que un "insigne" latinista puso debajo: "FRANCISCO FRANCO, MILES GLORIOSUS". La traducción literal es efectivamente 'militar glorioso', pero hasta el alumno más pánfilo de Clásicas conoce la ironía terrible que los latinos aplicaban al término, que se traduce por 'fanfarrón'". Leído en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes


Shaw, los que pueden y los que no: muchas veces, los que estudiamos pensando en que queremos trabajar en la docencia y estamos acostumbrados a comentar e interpretar textos continuamente, si además tenemos afición a escribir algo de vez en cuando, nos planteamos si sólo "servimos" para enseñar o interpretar lo que otros genios han escrito. Ojalá pudiéramos hacer ambas cosas, ¿verdad? La frase de Shaw que me lanzaron fue ésta: "Los que pueden, hacen. Los que no pueden, enseñan". Gran frase. La frase de Shaw es producto de una sátira a otra de Aristóteles: "Los que saben hacen. Los que además comprenden enseñan". Gran frase, también.





El Diablo, ¿rojo o negro?: si ahora nos preguntaran de qué color dibujaríamos o imaginaríamos al Diablo, ¿qué responderíamos? Quizá rojo, por aquello de que lo suponemos en un Infierno caracterizado por el rojo de las llamas pero, ¿por qué no negro? Parece ser que la concepción del Diablo rojo proviene del teatro del Siglo de Oro. Sin embargo, también había quien lo representaba negro: el motivo era que los blancos que eran atacados por tribus negras, las identificaban con el Mal y el Maligno, así sucedía, por ejemplo con los etíopes que se representaban como el Diablo (dejaron constancia los padres del desierto). Otras curiosas representaciones, en este caso de la mujer, símbolo del Mal y de la tentación, figura bajo la que muchas veces se disfrazada el Diablo, son las que incluían en la iconografía unos cuernos detrás de la cabeza de la fémina.




La Celestina y el travestismo: quizá nos olvidemos de una importante perspectiva a la hora de leer la Celestina, que va conectada directamente con el humor. De todos es sabido que la literatura de la época gustaba del disfraz, para ambos sexos. Esto, en la Antigüedad clásica era de gran relevancia en los ritos de iniación ya que, por ejemplo, para que un joven llegara a la edad adulta era importante que hubiera experimentado en propia carne ambos sexos (con todo el juego de la ambigüedad que se quiera suponer). Tal es el caso de Aquiles en la corte de Licomedes. Pero hablábamos de La Celestina que estaría concebida para la lectura en ámbitos académicos, recordemos dónde encontraría Rojas el acto primigenio, en la universidad. Esto es igual a considerar que la leían hombres y que, probablemente, podrían travestirse. Imaginemos ahora con este contexto diálogos del tipo:

PÁRMENO. Más desta flaca... puta... vieja.
CELESTINA. ¡Putos días vivas, bellaquillo! ¿E cómo te atreves?
PÁRMENO. Como te conozco.
CELESTINA. ¿Quién eres tú?
PÁRMENO. ¿Quién? Pármeno, hijo de Alberto, tu compadre, que estuve contigo un poco tiempo que te me dio mi madre; cuando morabas a la cuesta del río, cerca de las tenerías.
CELESTINA. ¡Jesús, Jesús, Jesús! ¿E tú eres Pármeno, hijo de la Claudina?
PÁRMENO. ¡Alahé, yo!
CELESTINA. ¡Pues fuego malo te queme, que tan puta vieja era tu madre como yo! ¿Por qué me persigues, Pármeno? ¡Él es, él es, por los santos de Dios! Allégate a mí, ven acá, que mil azotes e puñadas te di en este mundo e otros tantos besos. ¿Acuérdaste cuando dormías a mis pies, loquito?
PÁRMENO. Sí, en buena fe. E algunas veces, aunque era niño, me subías a la cabecera e me apretabas contigo e, porque olías a vieja, me huía de ti.



De mosquitos, tábanos y langostas. Juan Antonio Urbeltz, antropólogo y folclorista, y gran conocedor del folclore vasco propone que todas las representaciones del Mal que han llegado hasta nuestros días provienen de los mosquitos, tábanos y langostas, insectos que asolaban a nuestros ancestros en el Neolítico, cuando la vida se basaba en la agricultura y la ganadería. Se basa en una serie de datos culturales, folclóricos y lingüísticos. Por ejemplo, la danza procedería del salto de la langosta. Es una teoría, cuando menos, arriesgada. Yo encuentro entre las páginas de un libro de Jesús Callejo, Los dueños de los sueños. Ogors, cocos y otros seres oscuros, el dibujo de la meiga xuxona, una bruja vampiro del ámbito de Galicia y Asturias en figura de moscardón o mosquito:

"El miedo a su influjo hizo que se exagerasen sus cualidades malignas, pues hubo quien dijo que amparadas por las sombras de la noche se transformaban en moscardones para sangrar a las gentes y al ganado". (p. 255)

Urbeltz trabaja mucho con el Carnaval y las mascaradas, ¿será cierto que la máscara se insectiza?

martes, marzo 06, 2007

Un homenaje a... "Cristal Oscuro"



Cristal Oscuro (The Dark Crystal) es una de las mejores películas de cine fantástico. Sin actores de carne y hueso sino marionetas, está película de 1982 fue dirigida por Jim Henson y Frank Oz. Tardó cinco años en completarse. Hace poco tiempo salió a la venta una edición especial para coleccionistas que no tengo el gusto de poseer. De verdad, si no la habéis visto, os la recomiendo encarecidamente. El Bien y el Mal se dan cita una vez más en un universo lleno de criaturas y seres fantásticos.