La obra, que traslada y ambienta el texto en la Italia prefascista de los años 30, está bajo la dirección de Eduardo Vasco. Nos encontramos ante una obra que, como Amar después de la muerte, es impecable y perfecta en lo que a interpretación y puesta en escena se refiere (siguen aprovechando los momentos de gran número de actores en el escenario que intensifican la acción), pero a la que les falta ese "algo" para ser magistral, la originalidad, algo que le dé una mayor personalidad a la representación.
El Duque de Ferrara (Arturo Querejeta) va a casarse con Casandra (Clara Sanchis), pero se cruza en el camino el hijo de éste, el Conde Federico (Israel Elejalde), ambos jóvenes se enamoran y tratan de evitar su relación. Federico renuncia a su casamiento con Aurora (Nuria Mencía), prácticamente una hermana para él. Pero ni el joven ni Casandra podrán resistirse a los lazos del amor y aprovecharán la transitoria ausencia del Duque de Ferrara para unirse. Cuando éste vuelva y descubra la traición por una carta desplegará ese curioso "castigo sin venganza" que acabará con la inevitable muerte trágica de los dos.
Como he dicho, un correctísimo trabajo de la Compañía. Me parece muy bueno el resultado de la traslación temporal y no se ve forzada (salvo por ese personaje alegórico que ilustra el cartel de la función y que parece más adecuado a la ambientación original). Y, para concluir, me gustaría rescatar un fragmento clave de la obra en la que se puede apreciar ese constante juego de palabras y agilidad expresiva que tanto gustaba a los escritores áureos:
FEDERICO (a CASANDRA):
Pues, señora,
yo he llegado
perdido a Dios el temor
y al duque, a tan triste estado,
que éste mi imposible amor
En fin, señora, me veo
sin mí, sin vos, y sin Dios.
Sin Dios, por lo que os deseo;
sin mí, porque estoy sin vos;
sin vos, porque no os poseo.
Y por si no lo entendéis,
haré sobre estas razones
un discurso, en que podréis
conocer de mis pasiones
la culpa que vos tenéis.
Aunque dicen que el no ser
es, señora, el mayor mal,
tal por vos me vengo a ver,
que para no verme tal,
quisiera dejar de ser.
En tantos males me empleo,
después que mi ser perdí,
para ver si soy quien fui,
en fin, señora, me veo.
A decir que soy quien soy,
tal estoy, que no me atrevo,
y por tales pasos voy,
que aun no me acuerdo que debo
a Dios la vida que os doy.
Culpa tenemos los dos,
del no ser que soy agora,
pues olvidado por vos
de mí mismo, estoy, señora,
sin mí, sin vos y sin Dios.
Sin mí no es mucho, pues ya
no hay vida sin vos, que pida
al mismo que me la da;
pero sin Dios, con ser vida,
¿quién si no mi amor está?
Si en desearos me empleo,
y él manda no desear
la hermosura que en vos veo,
claro está que vengo a estar
sin Dios, por lo que os deseo.
¡Oh, qué loco barbarismo
es presumir conservar
la vida en tan ciego abismo
hombre que no puede estar
ni en vos, ni en Dios, ni en sí mismo.
¿Qué habemos de hacer los dos,
pues a Dios por vos perdí,
después que os tengo por dios,
sin Dios, porque estáis en mí,
sin mí, porque estoy sin vos?
Por haceros sólo bien,
mil males vengo a sufrir;
yo tengo amor, vos desdén,
tanto, que puedo decir:
¡mirad con quién y sin quién!
Sin vos y sin mí peleo
con tanta desconfïanza.
Sin mí porque en vos ya veo
imposible mi esperanza;
sin vos, porque no os poseo.
Acto Segundo
P.D.: Nos faltó ver a ese Pope de El comisario en el papel de Federico...
4 comentarios:
Aaaaahhhhh!... qué bien sienta de vez en cuando un poco de teatro clásico en verso!!...
... Pero que afición tienen las compañías en actualizar historicamente las obras!!!!!... ¿Tanto cuesta dejar las cosas como las ideó el autor?
¡Nobles saludos!
Cuanto tiempo sin aquí escribir la mía merced... Pues nada, otra obra que me pierdo... ¡Qué fácil soy de predecir!, ja, ja, ja. Yo no he visto la obra, pero coincido con Elros en su queja por la actualización de obras... Que lo hagan a algunas, está bien. Pero de ahí a que no hagan ni una sola como fue diseñada... En fin, cada director obre como le parezca oportuno, ja, ja, ja. Un saludete.
Richi
Si normalmente ya estaban actualizadas cuando las hicieron. Una obra ambientada en una supuesta Edad Media de Lope de Vega no se representaba en la época de Lope con trajes medievales, sino con trajes contemporáneos. Con lo cual, actualizarla es más fiel al original... Q.E.D.!
Actualizar las obras puede ayudar a rescatar el mensaje universal del texto, pero también se corre el riesgo de empañar la correcta interpretación e incluso llegar al ridículo (me estoy acordando del espectro del padre Hamlet vestido de marine camuflado,jajaja).
Hacía mucho que no escribía! Gracias por estas reseñas. Este blog se ha convertido en una actualizadísima revista del mundo cultural zaragozano, además de muchas otras cosas. ¡Qué gusto leeros, como siempre!
Publicar un comentario