domingo, marzo 05, 2006

Como agua para chocolate


Como agua para chocolate. Aquí ha estado en el Principal hasta hoy mismito. Ya se va. Por una vez no voy a hacer una crítica (extensa como las habituales). Basta decir que a mí no me ha gustado la puesta en escena y que lo más destacable a mi entender ha sido la escenografía (y Chencha). Risas abundantes donde no debía haberlas.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Discutible representación de una gran obra, de indispensable lectura, de la literatura hispanoamericana actual escrita por Laura Esquivel.

Mezcla de melodrama, comedia y realismo mágico originalmente, esta bonita historia queda convertida en una parodia por causa del no esperado binomio entre unas interpretaciones mediocres y un público acostumbrado al humor de boina y pandereta o al dramón de lágrimas y venas cortadas que no supo entender la esencia mágico-costumbrista del tema tratado.

Lo mínimo que se le puede pedir a un espectador teatral con dos dedos de frente es que sepa distinguir entre un momento cómico y uno dramático, y que si la obra está mal hecha que se respete la atención del vecino de butaca y de los propios actores.

Más le valdría a una inmensa mayoría social empaparse de las innovaciones literárias que en su día creó un premio Nobel como García Márquez y que han sido seguidas por autores como la citada Esquivel, que consumir improductivas horas de lectura con insustanciales best-sellers de turno (y por una vez no voy a citar nombres). Es muy recomendable que en un momento de la vida una persona dé el paso del llamado entretenimiento a la CULTURA con mayúsculas, y sólo así obras de este estilo podrán ser comprendidas por gente que no duda en gastarse hasta 24 euros en una butaca del Teatro Principal para luego hacer la risa en cuanto a capacidad de comprensión literário-teatral.

Y tras esta reivindicación personal que tenía que soltar, me limitaré a recomendar el texto original e incluso la destacable adaptación cinematográfica realizada de ésta por Alfonso Arau, el actor/director mexicano.

Ireth dijo...

Madre mía Antonio Manuel! Noto cierta exasperación con el público... Pues debo incluirme en él porque ya sabes que a mí la obra no me gustó (que no la historia) y que los actores invitaban a la risa (en momentos que no debieran) con propios recursos que ellos introducían en la representación de manera hiperbólica y que no eran apropiados. Y perdona pero no considero que alguien acostumbado "al humor de boina y pandereta o al dramón de lágrimas y venas cortadas que no supo entender la esencia mágico-costumbrista del tema tratado", sea motivo para que no guste la obra.

Seguro que la lectura del libro y la película merecen la pena y no excluyo comprobarlo en un futuro, ya que como Rickky ni lo he leído ni he visto la peli.

Un saludo CULTURAL jeje.

Anónimo dijo...

Ay... querida... si es que estás difusa y lees sin leer!!...

¿Dónde he puesto yo que lo que has entrecomillado sea el motivo para que no te guste la obra?

¿Dónde he puesto yo que esté exasperado con el público porque no les gustase la obra?

Como dijo aquel...
"FILOLOGÍA ES LEER DESPACIO"

Ireth dijo...

Y dale con la difusión! Nietzsche tenía toda la razón del mundo: "La Filología es leer despacio". Mira, lo del entrecomillado me habré explicado mal, quería decir que no me parece que el público tuviera que tener esas características para no comprender la obra como debiera(vamos, que comprendía perfectamente al hombre que bostezaba y no podía más...).

Y a tu segunda pregunta... me parece que no es necesario analizar demasiado tu comentario para deducir por tu tono y tus palabras la crítica que haces del público (situándote tú por encima de su incapacidad de comprensión literario-teatral).

Que conste que todo esto lo digo desde mi más sincero cariño. ;-)

Anónimo dijo...

Punto 1:

Si tú pudiste comprender al maleducado que bostezaba porque no podía más... yo no!!... Si se aburría nadie le impedía marcharse de la representación, pero las básicas normas de civismo sí le deberían hacer evitar manifestaciones ruidosas para respetar a las personas que le rodeaban. Pero oye, que igual soy yo el raro... ya sé que la educación no está de moda...

Punto 2:

A mí me exasperó el público por su falta de respeto; que les guste o no la obra me da absolutamente igual, faltaría más que me tuviese que preocupar por lo que le gusta o no a la gente y por si coinciden conmigo.

Lo del tema del "tono" ya lo tenemos muy discutido... lo escrito es lo escrito, y no permito que ningún tipo de pragmática me diga que yo digo algo que no he dicho.

Y sí, no lo dudes, yo el domingo en la sesión del Teatro Principal estaba por encima de la "incapacidad de comprensión literario-teatral" que mostró el público en general... pero no es mérito mío, citando un post de hace tiempo de este tu tan maravilloso blog: "no es que yo sea superior, son ellos los que son inferiores" jajajajajaja!!!

Y ya sé que todo lo dices desde tú más sincero cariño para conmigo... Tú también sabes que aunque a veces no tengas criterio, yo te sigo queriendo igual... o no! ;-)

Anónimo dijo...

Nota para mi profesora de Pragmática ante la posibilidad que la casualidad le haga visitar este blog:


Verónica, guapa, que no, que todo lo que he escrito sobre esa gran especialidad que impartes en la Universidad de Zaragoza era broma. Sabes de sobra que tu asignatura me tiene enganchado, me apasiona, subyace bajo cada poro de mi piel.

Cada día espero impaciente el inicio de la clase y los 50 minutos se me hacen cortos ante tal despliegue de sabiduría por tu parte y la forma en que semejante disciplina lingüística nos engancha a todos los alumnos de filología.

No te dejes influenciar al calificarme por unas palabras dichas en momento olvidable y que no reflejan lo que en realidad opino de tu especialidad.

Sin más, y redundado una vez más sobre la pasión que siento por la Pragmática y la persona que la imparte, recibe un cariñoso saludo de tu alumno más entregado.


Pd: Uff!... es que nunca se sabe!...

Ireth dijo...

Sí, sí, Rickky, ya sé por quién lo dices. Bueno, bueno, Antonio Manuel, qué pelotillero jajajaja. De todas formas, no estaría nada mal que tuvieras más en cuenta la Pragmática en algunas discusiones.

Saludetes!

Anónimo dijo...

No, si yo soy muy pragmático y la tengo muy en cuenta... eres tú la que te empeñas en no saber aplicarla y ver cosas que no están en mis escritos...

Pd 1: Un saludo a L.B. cuya asignatura además de entretenida, a mí me pareció muy útil para el mundo de la filología y el estudio de los textos literários. (¿Era ésta?... Lo siento Richi, pero a mí me encantó!)

Pd 2: Verónica, yo te sigo apreciando igual...

Ireth dijo...

Holaaaa! Qué fijación con crear polémica y meterte conmigo Antonio Manuel, pero ale, que ya no voy a entrar más al trapo (por lo menos en este tema jeje). Sí hemos acertado Rickky, aunque yo no di iniciales, esto ya se parece a los programas del corazón y los x.x ...

Anónimo dijo...

Hombre claro!... vamos a ser nosotros menos que Jorge Javier Vázquez que también es filólogo hispánico!!...jajajaja!

Por mi parte podéis estar tranquilos que no contaré trapos sucios, ni ninguno de los cotilleos que protagonizáis vosotros... a no ser que el pago sea bueno, claro!! jejejeje!