sábado, enero 12, 2008

El Cristalián y sus maravillas


Desde hace cierto tiempo dispone de gran parte de mis ocupaciones filológicas un libro de caballerías que no creo que conozcáis demasiado, el Cristalián de España de Beatriz Bernal, siendo esta autoría femenina algo novedoso en la época (la obra es de 1545) y, constituyendo hasta la fecha y de manera probada, el primer libro de este género escrito por una mujer en el ámbito hispánico.

Pero esto no es lo que me interesa principalmente sino los elementos maravillosos y prodigios que hay en la obra: monstruos, enanos, magia, hadas, ... y sobre todo fantasmas y aquello que provoca espanto y está relacionado con el Demonio.

He tenido que leer el libro como en la página que tenéis en la derecha porque no existe una buena edición del mismo, y tengo que decir que me ha encantado (y sorprendido por la truculencia de algunos pasajes), y supongo que a muchos de vosotros también lo haría. Como ando transcribiendo pasajes quería compartir con vosotros aunque sólo sea un breve fragmento para que veáis cómo es. Espero que os guste, en él aparece Cristalián y su amada Penamundi, dos de los protagonistas del texto:

“y vio que estava en una capilla un sepulchro y encima dél un cavallero muerto, y cerca estava una donzella de tan estraña hermosura que el príncipe fue casi muerto de la su vista. Aquella donzella tenía vestida una ropa de cetí negro con una letra en torno della que dezía: “Mi grandeza y hermosura/ me vistieron de tristura”. Estando don Cristalián sin ningún sentido mirando la su gran hermosura se começó a quexar de su ventura diziendo:

-Ay muerte, y cómo tardas que no vienes por esta triste donzella que tantas muertes cada día passa teniendo delante de mí muerto este que tanto desamo por su loco atrevimiento.

En estas palabras entendió don Cristalián que aquella era la hermosa princesa Penamundi y aquél que delante tenía era el príncipe de Atalenda que por sus amores murió. Acabándose la princesa de quexar, se le paró delante un cavallero armado de todas armas con su espada en la mano y esgrimiéndola dixo contra ella que no se quexasse otra vez si no que le costaría la vida. La princesa que esto vio fue tan grande el temor que tuvo que se cayó amortecida. Como don Cristalián esto vio fue tan airado que, no mirando lo que hazía, saltó por la finiestra con su espada en la mano, fue para él y díxole:

-Cavallero, la muerte te llama por la gran desmesura que contra mi señora has cometido.

Y diziendo esto, le dio tal golpe encima de la cabeça sin que dél se pudiesse amparar que le hendió hasta la cinta que no le prestó armadura que tuviesse, y luego cayó muerto. Assí como el cavallero murió, todos los encantamentos de la ciudad de Larenta fueron deshechos y fue tornada como de antes estava. El emperador y emperatriz salieron al gran palacio como espantados”. (cap. 32, fol.76v)

Éste es un pequeño acercamiento a un libro de caballerías, como lo fueron el Amadís, el Belianís, el Palmerín o el Tristán de Leonís, libros de entretenimiento que luego utilizaría Cervantes para hacer parodia en el Quijote.

El cuadro de Leighton, y así va el puzzle del Destructor a día de hoy :-)

10 comentarios:

fergusrg dijo...

Un texto muy curioso, creo entender que es el momento en el que se conocen Cristalián y su amada Penamundi. Ya me dirás si estoy en lo cierto.

De todas formas cuando me lea los fragmentos que me has pasado (y tu futuro análisis de la obra) seguro que la comprendo mucho mejor.

¡Ánimo!, que ya te queda poco. Leightn si que es un gran artista y no "Perspectivas" Hopper ;-).

Ireth dijo...

Estás en lo cierto Fergus! En realidad, Cristalián recibe unas armas con las divisas de alguien que desconoce, son las de Penamundi que se halla encantada, así que acomete su aventura para liberarla teniendo que luchar contra la bestia Babilónica y otras historietas jeje.

Ya ves cómo todo suena muy bien y entretenido.

Sí, ya queda menos, aunque ya sabes que la última pieza está reservada a tu mano ;-)

Anónimo dijo...

muy bonito, sí. echaba de menos leer algo así y no lo sabía. tienen este tipo de textos algo misteriosamente mágico, no en el contenido, me refiero en la forma: pese a lo lejanos que están en el tiempo, siguen tocando una cuerdecilla dentro de nosotros (no sé exactamente a quienes me refiero, pero bueno). bueno, esa es mi opinión y mis agadecimientos.

Ireth dijo...

gracias eneri, viniendo de ti el agradecimiento por un texto medieval de un libro de caballerías le doy más importancia jeje. Supongo que en esta "revelación" tendrá algo que ver la conversación que tuvimos el otro día y nuestras ganas de que llegue el segundo cuatrimestre.

Ya sabes adonde acudir si quieres leer algún día el Cristalián ;-P

Ladynere dijo...

Siempre me han gustado los libros de caballerías ... tengo el Apolonio por aquí por casa, aunque este año no sé si los estudio en clase ...

Me encanta esa imagen, es preciosa ;)
un beso!

Ireth dijo...

Si no cambia de manera algo radical el temario Ladynere, no leerás al Apolonio en toda la carrera, a no ser que lo hagas por iniciativa propia, claro (yo aún no lo he hecho). Leerás el Zifar.

El cuadro es precioso sí, "El espaldarazo", refleja perfectamente la ceremonia de investidura de un caballero.

Un besiko!

Ladynere dijo...

El Apolonio ya lo leí hace un par de años... Del Zifar, puf, ni había oído hablar...

Ahora ando metida en el Cantar, el el Libro del Buen Amor, etc, que se acerca peligrosamente el exam >.<
un beso!

Ireth dijo...

Sí Ladynere, el Zifar, el Alexandre, ... son de medieval de cuarto. Disfruté con su lectura. Yo es que soy muy de medieval y Siglo de Oro. Si tú también, aún te queda alguna asignatura para disfrutar.

¡Suerte en los exámenes!

Irene Robles-Rebollo dijo...

Tenía que hacer un trabajo sobre los libros de caballería. No tenía por qué leerme el Amadís de Gaula, y sin embargo lo hice, no es que me apeteciera, ni tampoco que imaginara, pero el caso es que lo hice.
Abrí el libro y... me encantó. Hacía mucho tiempo que no encontraba un libro que me gustara tanto como para pasarme la noche reflexionando sobre su significado y valores. Ahora comprendo por qué al Quijote le gustaban tanto.
Encontré este blog por casualidad buscando información sobre el tema, y me ha hecho gracia la entrada y la he leído con avidez, porque yo pensaba crear en mi blog una entrada sobre el Amadís.

Ireth dijo...

Me alegra que hayas descubierto este género de los libros de caballerías, creo que muchas personas se llevarían una grata sorpresa con su lectura, son realmente entretenidos.

Espero leer lo que escribas sobre el Amadís. A mí aquí me tienes dedicándoles a estos libros y sus personajes una tesis.