Y ahora, aquí está frente a mí.
Tantas luchas que ha costado,
tantos afanes en vela,
tantos bordes de fracaso
junto a este esplendor sereno
ya son nada, se olvidaron.
Él queda, y en él, el mundo,
la rosa, la piedra, el pájaro,
aquéllos , los del principio,
de este final asombrados.
¡Tan claros que se veían,
y aún se podía aclararlos!
Están mejor; una luz
que el sol no sabe, unos rayos
los iluminan, sin noche,
para siempre revelados.
Las claridades de ahora
lucen más que las de mayo.
Si allí estaban, ahora aquí;
a más transparencia alzados.
¡Qué naturales parecen,
qué sencillo el gran milagro!
En esta luz del poema,
todo,
desde el más nocturno beso
al cenital esplendor,
todo está mucho más claro.
PEDRO SALINAS
Siempre me ha encantado este soneto de Lope:
Un soneto me manda hacer Violante,
que en mi vida me he visto en tal aprieto;
catorce versos dicen que es soneto:
burla burlando van los tres delante.
Yo pensé que no hallara consonante
y estoy a la mitad de otro cuarteto;
mas si me veo en el primer terceto
no hay cosa en los cuartetos que me espante.
Por el primer terceto voy entrando
y parece que entré con pie derecho,
pues fin con este verso le voy dando.
Ya estoy en el segundo, y aun sospecho
que voy los trece versos acabando;
contad si son catorce, y está hecho.
LOPE DE VEGA
Y puesto que estamos con sonetos propongo una lluvia de sonetos. Bueno o de otros metros, pero todo poesía. Así que animaros, que cuantos más mejor!
6 comentarios:
Muy bien Rickk, tú siempre con tu toque clásico y mitológico ;-)!
Aquí dejo un soneto de José Hierro que parece un trabalenguas:
VIDA
(A Paula Romero)
Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada.
Grito «¡Todo!», y el eco dice «¡Nada!».
Grito «¡Nada!», y el eco dice «¡Todo!».
Ahora sé que la nada lo era todo,
y todo era ceniza de la nada.
No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada.)
Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada.
Buen poema Rickky. Aquí va otro de mi querido Gustavo Adolfo:
LVI
Hoy como ayer, mañana como hoy,
¡y siempre igual!
Un cielo gris, un horizonte eterno
y andar... andar.
Moviéndose a compás como una estúpida
máquina el corazón:
la torpe inteligencia del cerebro
dormida en un rincón.
El alma, que ambiciona un paraíso,
buscándole sin fe;
fatiga sin objeto, ola que rueda
ignorando por qué.
Voz que incesante con el mismo tono
canta el mismo cantar,
gota de agua monótona que cae,
y cae sin cesar.
Así van deslizándose los días
unos de otros en pos,
hoy lo mismo que ayer... y todos ellos
sin gozo ni dolor.
¡Ay! ¡a veces me acuerdo suspirando
del antiguo sufrir!
¡Amargo es el dolor; pero siquiera
padecer es vivir!
Con Catulo me traes a la memoria el Latín de 1º de carrera... qué tiempos aquellos jeje ("Passer..."). Esto parece haberse convertido en un duelo poético (sin afán competitivo, claro) a dos voces. Además, el otro gran colaborador anda con problemas técnicos (Antonio Manuel, te echamos de menos...) y otra people anda recluida con los exams. En fin, eso no quita para seguir conociendo poemas que de otra manera posiblemente a lo mejor nunca conociéramos.
Esta vez voy a cambiar un poco el rumbo, dejo un sencillo poema a bote pronto que escribí hace unos días sobre lo que reflexionaba acerca de la política actual, los nacionalismos, ... y hoy 22, dadas las noticias, lo he rememorado:
LA TIERRA
La llamas tu tierra
y qué es tu tierra saber yo quisiera.
Dónde trazas el límite, dónde la frontera
¿yo también he de trazarlo?
Quisiera saber cómo, si para mí es arena,
si para mí es agua,
viento rebelde,
llama que se propaga imperecedera.
Tú fijas un punto y te asientas,
y yo, aunque lo intento no puedo, dime la manera.
Los granos de arena me los sopla el viento,
de arriba a abajo, que sopla sin rumbo,
de izquierda a derecha, diagonal u oblicuo,
qué importa,se me escapan lo mismo que llama viajera.
Y acudo al agua, por ver si responde de otra manera,
mas la corriente del río fluye,
las olas del mar ondean,
cuando no hay tormentas que violentan mi arena.
Dime, por Dios, cómo haces para que no se mueva.
Si el viento lleva la arena al agua,
si el agua apaga el fuego,
si el viento esparce las llamas
que abrasan la arena, la tierra,
cómo haces para parcelar y frenar lo mutable incesante de la Naturaleza.
¿O acaso eres un dios con poder sobre ella?
Pensándolo bien, yo también digo mi tierra,
mi tierra, la tuya, la suya,
la suya, la nuestra, la vuestra, para mí es la de todos y tú trazas fronteras,
dime, ¿yo también he de trazarlas?
Quisiera saber por qué y cómo si para mí es arena,
agua y viento rebelde,
llama que se propaga imperecedera.
Gracias Rickk! Pues yo sigo con "mi campo", esta vez uno ligero y corto y célebre de Alberti:
LA PALOMA
Se equivocó la paloma,
se equivocaba.
Por ir al norte, fue al sur.
Creyó que el trigo era agua. Se equivocaba.
Creyó que el mar el cielo;
que la noche, la manaña.
Se equivocaba.
Que las estrellas, rocio;
que la calor, la nevada.
Se equivocaba.
Que tu falda era tu blusa,
que tu corazón, su casa.
Se equivocaba.
(Ella se durmió en la orilla.
Tú, en la cumbre de una rama)
Te paso el turno para la Ilíada jeje.
Pues sí, para mí es uno de los momentos cumbres y más trágicos de la Ilíada sin duda. Y más cuando se sabe que todo está ya destinado a terminar de ese modo por mucho que los hombres mortales intenten otra cosa. Recuerdo haberme impresionado más todavía al hacer el trabajo sobre Aquiles y el destino, porque hay una serie de símbolos y claves constantes en la Ilíada: según el plan de Zeus, Aquiles morirá pero antes se llevará por delante, por así decirlo, al otro héroe del asty en el que quedaba esperanza de civilización, Héctor (trágico es también el destino de Andrómaca: Aquiles ya ha matado a todos sus hermanos y a su padre, ...). Como ésta una serie de contrastes entre personajes constantes, etc, etc, etc.
Otro poemilla, de Blas de Otero:
EN EL PRINCIPIO
Si he perdido la vida, el tiempo, todo
lo que tiré, como un anillo, al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.
Si he sufrido la sed, el hambre, todo
lo que era mío y resultó ser nada,
si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra.
Si abrí los labios para ver el rostro
puro y terrible de mi patria,
si abrí los labios hasta desgarrármelos,
me queda la palabra.
P.D.: Rickk, no hace falta que te vuelvas loco escribiéndolo en griego que, además, te llevará su tiempo. Con la traducción genial, no te des mal jeje. Saludos.
Ahora que me acuerdo, ahí va la anacreóntica del XVIII que te comenté Rickky (de Cadalso):
A LA MUERTE DE FILIS
En lúgubres cipreses
he visto convertidos
los pámpanos de Baco
y de Venus los mirtos;
cual ronca voz del cuervo
hiere mi triste oído
el siempre dulce tono
del tiempo jilguerillo;
ni murmura el arroyo
con delicioso trino;
resuena cual peñasco
con olas combatido.
En vez de los corderos
de los montes vecinos
rebaños de leones
bajar con furia he visto;
del sol y de la luna
los carros fugitivos
esparcen negras sombras
mientras dura su giro;
las pastoriles flautas,
que tañen mis amigos,
resuenan como truenos
del que reina en Olimpo.
Pues Baco, Venus, aves,
arroyos, pastorcillos,
sol, luna, todos juntos
mirad me compasivos,
ya la ninfa que amaba
al infeliz Narciso,
mandad que diga al orbe
la pena de Dalmiro.
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